Sofá de lectura

Plan de Lectura del IES Izpisúa Belmonte - Hellín

25 nov 2009

Wilt. Un libro divertido y desenfadado.

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |

Wilt es un profesor de formación profesional que no consigue ascender año tras año. A la vez, tiene una relación especial con su esposa, Eva. Tan especial, que continuamente pasan por su cabeza ideas de todo tipo para mejorar la relación.
Tom Sharpe fue considerado como un de los mejores novelistas de humor de los 70-80 en Gran Bretaña.

WILT
Autor: TOM SHARPE
Editorial: ANAGRAMA BOLSILLO
Fecha de publicación: 2009.
Edición: 16.
Número de páginas: 252.

Aquí os dejo un fragmento del libro. También se puede descargar (con una sencilla búsqueda) en formato Word (por si no estáis decididos a comprarlo).


—Lo que pasa con Wilt, en mi opinión, es que le falta empuje —dijo el jefe del Departamento de inglés que era, por su parte, un hombre débil que tendía a enfocar y resolver los problemas con un grado de error que compensaba su falta natural de autoridad.
El Comité de Ascensos asintió con un gesto global de cabeza por quinto año consecutivo.
—Quizá le falte empuje, pero es un individuo comprometido —dijo el señor Morris, librando su combate anual desde la retaguardia en favor de Wilt.
—¿Comprometido? —preguntó con un bufido el jefe del Departamento de Abas-tecimiento—. ¿Comprometido con qué? ¿El aborto, el marxismo o la promiscuidad? Ha de ser con una de esas tres cosas. Aún no he conocido ni a un solo profesor auxiliar de Humanidades que no fuese un chiflado, un pervertido o un revolucionario radical, y muchos de ellos eran las tres cosas...
—Bien, bien —dijo el jefe del Departamento de Ingeniería Mecánica, en cuyos tornos un alumno chiflado había fabricado varias bombas de tubería.
El señor Morris se encrespó.
—Admito que uno o dos profesores auxiliares han sido... en fin... un poco exaltados políticamente, pero rechazo la imputación de que...
—Dejemos las generalidades a un lado y volvamos a Wilt —cortó el subdirector—. Decía usted que es una persona comprometida.
—Necesita aliento —dijo el señor Morris—. Demonios, el hombre lleva diez años con nosotros y aún sigue en el Grado Dos.
—Eso es precisamente lo que quiero decir yo cuando digo que no tiene empuje —dijo el jefe del Departamento de Inglés—. Si se hubiese merecido un ascenso, ya se le habría nombrado profesor titular.

—He de decir que estoy de acuerdo —dijo el jefe del Departamento de Geografía—. Un individuo que acepta pasar diez años con Instalaciones de Gas y Lampistería es evidente que no tiene condiciones para desempeñar un puesto administrativo.
—¿Tenemos que ascender únicamente por razones administrativas? — preguntó cansinamente el señor Morris—. Da la casualidad de que Wilt es un excelente profesor.
—Si se me permite un comentario —dijo el doctor Mayfield, Jefe del Departamento de Sociología—, en este momento es vital que tengamos en cuenta que, dada la introducción inminente del título de licenciatura especial conjunta en Estudios Urbanos y Poesía Medieval, título cuya aprobación provisional por el Consejo Nacional de Títulos Académicos tengo el placer de anunciar, al menos en principio, mantengamos una actitud viable en cuanto al personal en lo que respecta a los profesores titulares, adjudicando plazas a candidatos con conocimientos especializados en esferas determinadas de la actividad académica en vez de...
—Si se me permite interrumpir sólo por un momento —dijo el doctor Board, titular de Idiomas Modernos—, ¿quiere usted decir que deberíamos tener puestos de profesores titulares para especialistas muy cualificados que no saben enseñar en vez de ascender a profesores auxiliares sin doctorado que sí saben?
—Si el doctor Board me hubiese permitido continuar —dijo el doctor Mayf— habría podido entender que lo que yo decía...
—Dudo que —continuó el doctor Board—, prescindiendo de su sintaxis...
Y así por quinto año consecutivo se olvidó el ascenso de Wilt. La Escuela de Artes y Oficios Fenland se estaba ampliando. Proliferaban los cursos nuevos y aparecían más estudiantes con menos cualificaciones para que les enseñasen más profesores con más cualificaciones, hasta que un día la escuela dejase de ser una mera Escuela de Artes y Oficios y ascendiese de estatus pasando a ser Escuela Politécnica. Era el sueño de todo jefe de departamento y mientras tanto se ignoraban el amor propio de Wilt y las esperanzas de Eva Wilt.
Wilt se enteró de la noticia justo antes de comer en la cantina.
—Lo siento, Henry —dijo el señor Morris cuando hacían cola con sus bandejas—, es esta condenada presión económica. Tuvieron que hacer una reducción hasta en Idiomas Modernos. Sólo hubo dos ascensos.
Wilt asintió con un cabeceo. Era lo que había llegado a esperar. Un departamento inadecuado, un matrimonio inadecuado y una vida inadecuada. Se llevó sus filetes de pescado a una mesa de un rincón y comió solo. A su alrededor otros miembros del personal discutían las perspectivas del Nivel A y quién se sentaría en el Comité de curso al año siguiente. Enseñaban Matemáticas o Economía o Lengua, materias que contaban y donde el ascenso era fácil. Humanidades no contaba y no se planteaba el ascenso. Era así de sencillo. Wilt terminó su almuerzo y subió a la biblioteca de libros de referencia a buscar insulina en la farmacopea. Tenía entendido que era el único veneno indetectable.
A las dos menos cinco, sin saber más que antes, bajó al aula 752 a ampliar la sensibilidad de quince aprendices de carnicero, designados en el tablón de horarios como Carne Uno. Como siempre llegaron tarde y borrachos.

21 nov 2009

Por qué creemos en cosas raras

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |


Interesante libro que podéis encontrar en la biblioteca del centro. Podía ser de lectura recomendada para los asistentes a congresos "paranormales" recientes.
Especialmente significativas para los "lumis" del último segundo son las páginas referentes al famoso fenomeno ECM (experiencias cercanas a la muerte)¡qué miedo da el miedo!

Por qué creemos en cosas raras
Pseudociencia, superstición y otras confusiones de nuestro tiempo

Shermer, Michael
Colección: Trayectos
Número colección: 105
Traducción: Amado Diéguez
Encuadernación: Rústica
ISBN: 97884-84284222
Páginas: 520

Las ideas más peregrinas tienen hoy que adoptar una vestidura «científica» para obtener credibilidad. No son ahora extrañas las «pruebas» de abducciones extraterrestres o de poderes telepáticos o los «documentos» que respaldan que el Holocausto nunca ocurrió. Schermer se interna en ese mundo de profetas y visionarios, fundamentalistas religiosos e «historiadores» racistas, y nos ofrece un análisis de sus credos y métodos, que desmonta pieza a pieza, aplicando nada más que el pensamiento científico.

Darwin y Humboldt

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |

Departamento de Ciencias Naturales. Libros de lectura 2º E.S.O. para el primer trimestre



Libro 1: DARWIN el viajero
Charles Darwin no fue un niño corriente. Era capaz de coleccionar cualquier cosa que se le pusiera a tiro. Y cuando la gente pensaba que ya no le quedaban más escarabajos ni…

Libro 2: HUMBOLDT el explorador
Humboldt era inquieto por naturaleza. Nació rico, barón y encima vivía en un palacio, pero en lugar de tumbarse a la bartola y no dar ni golpe, se gastó su fortuna...




Libro 3: El ayudante de Darwin

El barco Beagle zarpa de Inglaterra en 1831 para hacer un viaje alrededor del mundo que cambiará la historia. A bordo van Charles Darwin, un joven naturalista de 22 años, y Syms Covington, grumete de 15 años que trabajará para él ......




19 nov 2009

21 relatos sobre el acoso escolar

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |


Ana Alcolea, Montserrat del Amo, Elia Barceló, Lola Beccaria, Martín Casariego, Agustín Fernández Paz, Carlo Frabetti, Espido Freire, Ricardo Gómez, Alfredo Gómez Cerdá, César Mallorquí, Andreu Martín, Gustavo Martín Garzo, Gonzalo Moure, Emilio Pascual, Rosa Regàs, Marta Rivera de la Cruz, Jordi Sierra i Fabra, Care Santos, Lorenzo Silva y el ilustrador Carlos Giménez unen sus voces contra el acoso escolar.

20 autores imprescindibles unen sus voces en otros tantos relatos inéditos que nacen contra el acoso escolar.
21 relatos contra el acoso escolar llega dentro de la colección Gran Angular de Ediciones SM, ideado y dirigido por Fernando Marías y Silvia Pérez, como una llamada de atención a los problemas de acoso que sufren muchos chicos y chicas -y también profesores- en su paso diario por las aulas. Veinte escritores y el ilustrador Carlos Giménez se han unido para narrarnos otras tantas historias, cada una diferente, pero todas realistas y enfocadas hacia el mismo tema: mostrar los distintos tipos de acosos que pueden darse y denunciar a aquellos que atemorizan, usando la amenaza y la violencia, a sus semejantes dentro del ámbito escolar. Un libro no solo para los jóvenes, sino recomendado también para padres y educadores.

17 nov 2009

Actividades del Plan de Lectura

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |


Durante la segunda semana de noviembre realizamos diversas lecturas con los alumnos de la ESO. Todos los cursos leyeron textos a la misma hora (el miércoles 11, a sexta hora) relacionados con los temas siguientes:

1ºESO: Higiene personal.

2ºESO: Drogas y Alcohol.

3ºESO: Educación sexual.

4ºESO: Consumo responsable.


Estas lecturas las seleccionamos de distintos libros de Orientación de la Editorial SPV.




7 nov 2009

La noche no tiene paredes

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |


Un poco de poesía para el sofá.

Un nuevo libro de poemas de Caballero Bonald, Premio Nacional de Poesía.
Esta nueva entrega poética, compuesta por un centenar de poemas, suponen, al decir del propio Caballero Bonald, una suma de últimas voluntades. En ella, el poeta trata de profundizar en una nueva noción de la poesía como una búsqueda de los límites de las palabras, en un nuevo acto de lenguaje concebido como un método de conocimiento de la propia identidad, vinculado especialmente a lo que podrían llamarse las zonas prohibidas de la experiencia.




TIEMPO DE LOS ANTíDOTOS

La edad me ha ido dejando
sin venenos, malgasté en mala hora
esa fortuna,
¿qué más puedo perder?

Llega el tiempo ruin de los antídotos.
Materia devaluada, la aventura
disiente de ella misma y se aminora.

Ya sólo quedan rastros de peligros,
una zona prohibida apenas frecuentada,
la pauta exigua de lo inconfesable,
cierto amago fugaz de furia y desacato.

La osadía de bordes delictivos,
los deseos gastados
en los bruscos dispendios de la infidelidad,
la virtud y su inercia depravada,
el amor consumiéndose
como un licor impuro, la excitante
trastienda de la noche,
¿qué se hicieron?

Los años, ay de mí, me han desmentido.

3 nov 2009

El libro de las maravillas

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |

Lectura propuesta por el Departamento de Biología y Geología.


Los viajes de Marco Polo, conocido también como El libro de las Maravillas o Il Milione fue escrito por Marco Polo, mercader y explorador veneciano quien, junto con su padre y su tío, estuvo entre los primeros occidentales que viajaron por la ruta de la seda a China, en las postrimerías del siglo XIII. Se trata de un detallado relato de sus viajes por las entonces desconocidas regiones del Lejano Oriente.






XCVII

De cómo el gran señor acuña moneda

También es Cambaluc la Ceca del gran señor. Arreglolo de tal manera que el Gran Khan posee el secreto del alquimista más avisado. Hace acuñar monedas del modo siguiente: toman la corteza de los árboles (moreras por lo general, de las que el gusano de seda devora la copa), y de la membrana que hay entre la corteza y el tronco suelen hacer una pasta como la del papiro, de color muy moreno, casi negro. A estos papeles o tarjetas las hace cortar de varios tamaños, por lo general como tarjetas largas y estrechas. Una pequeña, a la cual le da el valor de la mitad de un sueldo; otra mayor, que vale un sueldo; otra de medio ducado de Venecia, y otra de dos ducados, y otra de cinco, y otra de diez. Otra hay que vale un bizancio, y otra de tres bizancios, y así hasta diez bizancios. Todos estos papeles o tarjetas son sellados con el signo del Gran Khan. Hace fabricar tal número de ellos, que puede comprar fácilmente todos los tesoros de la tierra. Y una vez estampillados, los hace repartir por todas las provincias, reinos y señoríos y paga con ellos todas sus cuentas. Nadie puede desechar esta moneda, so pena de muerte. Y todos los mercaderes toman esos papeles en pago de sus mercancías y con ellos se pagan las perlas, las joyas, el oro y la plata. Y el papel que vale diez bizancios no pesa ni uno. Y mientras varías veces al año llegan los mercaderes con perlas, piedras finas, oro y plata, el gran señor llama a 12 sabios que son los elegidos para estas cosas y son muy duchos en la materia, les manda que examinen las cosas que traen los mercaderes y que las justiprecien y les paguen lo que valen. Y estos 12 barones les pagan el precio en esa moneda de papel.

Los comerciantes lo aceptan con gran placer, porque con ellas pueden a su vez comprar cuanto quieran. Y así el Gran Khan hace pagar con esas tarjetas mercancías que valen sus 400.000 bizancios.

Y una vez al año se publica un bando diciendo que todos los que posean oro, piedras y plata lo lleven a la Ceca y le serán trocados por ese papel moneda. De esta manera el gran señor acumula tesoros incalculables de plata, oro y piedras finas.

Cuando estos papeles se rompen, o ensucian, o deterioran, se los llevan a la Ceca, donde los cambian por nuevos con una disminución del 3 por 100. Y cuando un hombre quiere adquirir un cinturón de oro, una vajilla de plata o joyas y preseas se va a la Ceca del Gran Khan y le lleva los papeles en pago del oro y plata que compra al barón que dirige la Ceca.

Y ya veis cómo el gran señor puede tener, y tiene, los mayores tesoros del mundo.

Os he contado de las cosas referentes a la moneda, y ahora os contaré de la nobleza y señorío.


...

2 nov 2009

El libro de la caza de las aves

Publicado por IES Izpisúa Belmonte |


Lectura propuesta por el Departamento de Biología y Geología.

El Libro de la caza de las aves fue escrito allá por el siglo XIV por Pedro López de Ayala. Poeta, historiador, prosista y canciller, López de Ayala nació en Vitoria en 1332 y murió en Calahorra en 1407. Aunque su obra más famosa sea tal vez el Rimado de palacio, también escribió libros de crónicas, realizó traducciones de los clásicos, etc. En su Libro de la caza de las aves trató de recoger todo el conocimiento práctico que había acumulado acerca del arte de la cetrería.


Capítulo I

De las aves que son llamadas de rapiña, así como azores, halcones y gavilanes, esmerejones y alcotanes

De cada día vieron los hombres cómo, naturalmente, unas aves toman a otras y se ceban y alimentan de ellas, y las tales aves son llamadas de rapiña: así como son águilas, azores, halcones, gavilanes, esmerejones, alcotanes y otras.

Y estas dichas aves, salvo el águila, nunca comen otra carne si no fuere de aves que ellas por sí toman y cazan; pero el águila cuando no puede tomar o cazar algún ave de las que acostumbra tomar o cazar, torna a tomar liebre, o conejo, o cordero pequeño, y aun viene al perro muerto, por la gran glotonería que en ella hay.

Y hay, también, otras aves que algunas veces se ceban de las aves que toman, pero comúnmente sus viandas son carnizas de bestias muertas, así como son los cuervos carniceros, que muchas veces toman aves vivas, pero su caza natural es carniza de bestias muertas y de aquello tienen su mantenimiento.

También hay otras aves que se cuentan entre las rapaces y toman y cazan aves vivas, e igualmente toman y se ceban de ratones y de tales cosas que se crían en la tierra; y entre ellas están las atahormas y budalones y aguiluchos.

En todas las aves de rapiña son mayores las hembras que los machos.

Y hay otras aves que su mantenimiento sólo es de carnizas, y no toman aves vivas, así como buitres, abantos, quebrantahuesos.

Hay otras aves que su mantenimiento es de carnizas, gusanos de la tierra y frutas, así como son cornejas, picazas, y otras.

También hay otras aves que su mantenimiento es de simientes, así como avutardas, grullas, perdices, palomas, tórtolas, pájaros.

Y también hay otras aves que su mantenimiento es de pescados, así como águila pescadora y alcatraces y otras aves de mar. Y hay otras aves que andan ribera de las aguas y su mantenimiento es peces menudos y gusanos de los que se crían en el agua y fuera, en las hierbas; son ánades, cisnes, ánsares bravas y otras.

Así pues, las hay de muchas maneras y diversidades y de diferentes alimentaciones, pero de todas las aves las más limpias son aquéllas que solamente se alimentan y mantienen de aves vivas, y cada vez que se quieren cebar toman ave viva, y desde que se han cebado de ella no cuidan de lo que queda y aunque al otro día lo hallen, no se preocupan sino de buscar y cazar otra ave viva para su comer. Y estos son azores y halcones, gavilanes, esmerejones, alcotanes.

Tales aves como éstas decidieron a aquéllos que esta arte hallaron, a tomarlas, amansarlas y hacerlas conocidas al hombre, y tomar con ellas las otras aves bravas, y no solamente tomar con ellas a aquellas aves y presas en aquella manera que la naturaleza les otorga; mas con el trabajo y sutileza del cazador, tómanse otras aves y presas, y por más extrañas formas que solían tomarlas. Así como el balcón toma la garza alta en las nubes, perdida de vista o toma la grulla yendo alta por el aire, y así otras aves, en muy extraña manera; lo que nunca tomaran si no fuese por la maestría y sutileza del cazador.

Por esta razón los señores y los que tomaron placer en tal caza buscaron hombres maestros y sabios y de buen tiento, y de gran paciencia para ordenar, y guardar, y cazar con las tales aves. Pues aunque los señores y aquéllos a quienes esta tal caza pluguiese, tuvieren gran placer en poseer tales aves, y cobrarlas, y poderlas tener, faltábales saberlas regir. Y supuesto que las tuviesen, como dicho habemos, y las supiesen regir y alimentar, faltábales saberlas curar y medicinar cuando adolecen y están heridas. Por esto decía Don Juan, hijo del Infante Don Manuel y Señor de Villena, que fue muy gran señor, y era muy cazador y muy ingenioso en esta ciencia de las aves, que gran diferencia había de querer cazar y ser maestro de caza, al saber regir y hacer las aves; y también que había gran diferencia de saber educar un ave, a saber curarla y ser buen cetrero, que quiere decir buen médico para ellas, y buen cirujano.

Consideremos estas tres cosas: primeramente querer cazar y tener gran voluntad de ello; lo segundo, saber hacer y ordenar que tomen tan extrañas aves y por tan desusada manera como hemos dicho; lo tercero, cuando su ave adoleciese o fuese herida, saberla curar. Y porque todas estas tres cosas son menester al buen cazador, hablaron de ello, de diferentes maneras, los que se complacían en esta caza, e hicieron algunos libros, cada uno según entendió y alcanzó su experiencia.

Y como dije en el comienzo, porque había diversas opiniones entre los cazadores, determiné reunir en este libro todo aquello que vi a grandes señores y muy cazadores que más cierto habían hallado, y púselo, sometiendo a la enmienda de los que más entendieron lo que yo oí a grandes señores y cazadores en muchas partes. Y también lo que dijeron algunos de ellos que no vi yo.

Primeramente en

Francia: al Duque de Borgoña y al Conde de Flandes y de Artois y al Conde de Tancarville, y en

Aragón: al Vizconde de Illa, y a don Pedro Jordán de Urríes, mayordomo mayor del Rey de Aragón; y a Don Pedro Fernández de Híjar, rico-hombre. Y en

Castilla: lo que dijo Don Juan, hijo del Infante Don Manuel, Señor de Villena; y Don Gonzalo de Mena, obispo de Burgos; y Don Enrique Enríquez, y Don Juan Alfonso de Guzmán, y Remir Lorenzo, comendador de Calatrava; y Garci Alfonso de la Vega, Caballero de Toledo; y Juan Martínez de Villazan, alguacil mayor del Rey, y don Ferrán Gómez de Albornoz, comendador de Montalbán, y lo que dijeron dos halconeros, el uno del Rey Don Fernando de Portugal, que se llama Pero Menino, y el otro Juan Fernández Burriello, halconero del Rey Don Pedro; porque todos éstos supieron y saben mucho en este arte, e hicieron muchas curas de aves que son muy ciertas y muy probadas.

Luego, primeramente diré de los plumajes de los halcones y cuántas clases de plumajes hay en ellos; también dónde crían y nacen, y qué aspecto y plumas deben tener; y después diré cómo se deben curar cuando adolecen o son heridos de grullas, o de garzas o en cualquiera otra manera.

Me extenderé más en la práctica del halcón neblí y en su gobierno, porque, verdaderamente, ésta es la más noble y mejor de todas las aves de caza, y quien buen cuidado tuviese con el neblí, en todas las otras aves podrá tener buen cuidado.



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Representación teatral de los alumnos de 4º ESO en el Colegio "Martínez Parras"

2ª Parte de la Representación teatral